EL LENGUAJE NO VERBAL.

No sólo debemos cuidar nuestras palabras. Las expresiones y movimientos corporales hablan por nosotros. Sin abrir la boca, revelamos mucho de nuestra personalidad, nuestros miedos, deseos, inseguridades y mentiras.
Los psicólogos que estudian estas emociones han averiguado que las expresiones faciales no son determinadas culturalmente, sino que son universales y tienen un origen biológico. Lo que quiere decir, que aunque hablemos distintos idiomas y tengamos diferentes nacionalidades, todos actuamos de la misma manera ante determinadas situaciones.
Todo lo que transmitimos por medio de movimientos o gestos, delata nuestros sentimientos o percepción acerca de la persona o personas con las que interactuamos.

Acariciarse la quijada: toma de decisiones
Entrelazar los dedos: autoridad
Dar un tirón al oído: inseguridad
Mirar hacia abajo: no se cree en lo que se escucha
Frotarse las manos: impaciencia
Apretarse la nariz: actitud negativa
Sentarse con las manos agarrando la cabeza por detrás: seguridad en sí mismo y superioridad.
Inclinar la cabeza: interés
Palma de la mano abierta: sinceridad y franqueza
Manos en la cadera: buena disposición para hacer algo, la tendré pues las llevo mucho allí.
Jugar con el cabello: inseguridad, vaya por Dios!!!!!!!!!! es mi gesto preferido.
Unir tobillos: aprensión
Golpear los dedos: impaciencia
Brazos cruzados a la altura del pecho: actitud a la defensiva
Caminar manos en los bolsillos: tristeza, abatimiento
Manos en las mejillas: evaluación
Frotarse un ojo: dudas, lo hago constantemente, hasta ahora pensaba que era por el cloro de la piscina.
Tocarse ligeramente la nariz: mentir
Apretar el cigarro entre el índice y el dedo medio fuertemente: personalidad intensa, intranquila, errática
Ahora ya lo sabes. Tus gestos y movimientos hablan por ti. La mejor manera de evitar causar una mala impresión es ser auténtico, siempre tener una actitud positiva y una sonrisa sincera.